miércoles, 12 de noviembre de 2008

LA GRATITUD


Dando gracias a vuestro Dios, no hacéis más que asimilar dentro de vosotros, en vosotros, la Gratitud que es parte integrante del Todo como Dios Creador, y al dar las gracias recibís toda la fuerza de la Gratitud que rebosa dentro de vosotros y os transforma en agua de vida, Elemento Vital, Primigenio, Único y Arquetípico.

El movimiento del cuerpo, del viento, de los planetas, del agua, de la respiración, del corazón, de la sangre, todo movimiento es Movimiento, soplo, emanación de Dios, Expresión Suya, Manifestación, Realidad siempre cambiante, imparable, única. Una sola fuerza, un solo impulso primitivo (como Único), eterno, a priori. Nada es a posteriori.

LA FIDELIDAD


Es muy importante que en todo momento tú sepas que la seguridad te viene no de los que están a tu alrededor, sino sólo y exclusivamente de Quien está dentro de ti, y tú sabes que Quien está dentro de ti, no te abandona, no te deja. Por tanto, deja de lado toda duda e inseguridad, e intenta ser, íntegra, sola y exclusivamente de Él, y no pidas nada, porque en cuanto formules la menor pregunta o pensamiento o duda, Él tiene la respuesta.
Nunca más pongas tu confianza en un ser humano que no tenga la absoluta plenitud de Él y, como bien puedes comprender, sólo uno entre mil o uno entre un millón o entre dos millones, quizás, tenga en sí la plena conciencia del Gran Dios presente en su Gran Corazón.

No dudes nunca de ti misma ni de Él, porque sois una sola cosa, un solo Ente, una sola catarsis, un solo binomio-monomio, y no hay nada, absolutamente nada que pueda turbar en lo más mínimo Su Esencia. Entonces ¿por qué debería turbarse la tuya? ¿Por qué no caminas segura si le tienes a Él dentro de ti? ¿Por qué esperas que otros te den la solución de lo que ni ellos conocen? ¿Por qué te fías ciegamente de otros, cuando tú eres Él y nada, nada, absolutamente nada puede, aunque sea en mínima parte turbar tu paz santa? Debes minimizar las situaciones y las circunstancias humanas.

La Palabra de Dios espera la llegada al mundo de las criaturas que están aún sumergidas en las nieblas de la Creación Primigenia, y no saben comprender que tienen a Dios dentro de sí mismas. ¡Son tantas y tales las pruebas de Su Benevolencia hacia quien Le sigue y Le escucha, y Le llama y Le implora!

No creas en nadie que no tenga la absoluta plenitud de Dios Todopoderoso dentro de sí mismo. La Fidelidad es solo una y sólo la posee Él, porque Él es el Gran Fiel por excelencia.

Ten paciencia con lo demás seres humanos y no permitas que entren en tu vida como ciclones. Procura que estén fuera, siempre fuera de ti. Amar no quiere decir permitir que alguien entre donde ya está Aquel que sabe, que ve, y que provee. Él ocupa todo tu ser. ¿A quién debería o podría alojar tu Gran Corazón sino a Quién es su Hacedor?

¡Si tú pudieses ver qué grande es tu Dios y como os ama a vosotros, seres humanos sin esperanzas!

96. [3/3/1999]

DESPUES


No es fácil decir qué hay después de la vida en la Tierra, porque la vida en la Tierra es ya un después, uno de los múltiples, infinitos después que tú puedes encontrar después de la vida en la Tierra, después de la vida en el mundo de los astros, después de la vida más allá de los astros donde vive la Luz, después de la vida en la Luz y con la Luz, después de cada manifestación de Dios Padre Omnipotente que ha decidido llenar de vida todo el Universo y ya nada ha quedado como antes, en la continua y perpetua transformación del Cosmos en otros cosmos más pequeños, en cosmos más grandes y lejanos, en momentos más profundos de Luz, en fragmentos de lluvia, en suspiros, en sonrisas, en cada soplo de viento, en amar a alguien, en ser personas felices, en admirar un paisaje, en ser conscientes de la presencia de Dios en nosotros, en admirar un cuadro, en amar a un ser humano, en abrazarlo, en saludar el sol por la mañana, en el oscurecerse del cielo por la noche, siempre y en todas partes hay un después. Siempre.

Hay también un antes, pero el antes no cuenta más que como punto de partida y lo que cuenta es el punto de llegada.

Cuando el alma sabe que ha llegado a su punto final en una etapa cualquiera, cambia de ambiente y va adonde se puede renovar y tomar nueva vida para una nueva vida, pero es sólo y siempre vida: en el cielo, en la Tierra, en el mar, en las nubes, bajo las piedras, en el corazón de la Tierra, en el sol, en la luna y en miles y miles de cuerpos celestes que vagan en el mundo infinito de Dios y allí cada vida espera la vida y cada ser espera sólo vivir de mil maneras diferentes.

La vida no es un concepto, es una realidad cuyo sentido es irrepetible y su renovación aparente es continua y es constante en su tomar nuevos aspectos de vida.

Nada es caduco ni uniforme, todo es infinitamente variado y múltiple hasta el final de un ciclo y no hay más que vueltas y vueltas a otras formas de vida, pero todo es vida y en sus múltiples formas también una brizna de hierba es vida y siempre es vida y transformación y nunca es la muerte.

Para ir a otros mundos no sirve el cuerpo terrenal, no se puede subir a un monte en coche, hay que dejarlo abajo en el valle, así ocurre con el cuerpo, no sirve par ir a otro tipo de vida por lo tanto, una vez dejado aquí en la Tierra, no sirve más que como chatarra, o sirve para hacer florecer otras cosas: un arbusto, un pino, un rosal, un vestido que ha nacido de una planta de lino, un sombrero que ha nacido de la lana de una oveja, una bufanda de seda que ha nacido de un gusano, una cestita de mimbre, un paraguas, un cigarrillo, un mueble de madera, un poco de gasolina, un fuego en la noche, un perfume fabricado con las flores, el sayal de un fraile, un recuerdo, una sonrisa, una vuelta a los lugares más amados aquí o allá, dondequiera que sea, donde te lleva el recuerdo y allí tú anidas de nuevo y vuelves a vivir lo que ya has vivido y no te das cuenta de que, cuando recuerdas tu vida pasada, por un momento, por una hora, vuelves a vivir cosas pasadas y vuelves y vuelves a vivir sin descanso y la vida no cesa.
La vida, en sentido absoluto, es eterna y no termina nunca; en sentido relativo es la vida de cada uno de vosotros y nada más. Comprenderás ahora cuán importante es el amor y qué poco cuenta todo lo demás.

Cada semilla está contenida en potencia dentro de cada árbol y el árbol es altísimo y lleno de semillas que se renuevan y dan a su vez nuevas semillas y nueva vida y nueva sombra y nuevos frutos y nueva vida. Siempre.

¿Dónde crees tú que reside el secreto de la vida si no es en el amor que da y que crea?

90. [21/2/1999]

Vosotros sois una de las infinitas manos de Dios y cada uno de vosotros es una de Sus manos, pero no tenéis conciencia de ello.

Concédele, Señor, al hombre
ser Dios en plena conciencia y dominio.
Concédele, Señor, al hombre
ser Tú en cada uno de sus actos.
Concédele, Señor, a cada hombre la conciencia
del Bien que alberga dentro de él.
Concédele, Señor, al hombre ser plenamente Tú
en cada momento consciente del día.
Concédele, Dios mío, al hombre
ser plenamente Dios sin soberbia.
Concédele, Señor, al hombre
ser Tú por amor a Ti.
Concédele, Señor, ser Tu mano y Tu corazón,
Tu acto y Tu acción.
Sé Tú, Señor, su despertar y su sueño
su descanso y su cansancio, su principio y su fin
al final de cada ciclo terrenal
y dale, Señor, el valor y el amor de ser Tú.

Dame, Señor, la mano que cura
Dame, Señor, la palabra que consuela
Dame, Señor, la mirada que ayuda
Dame, Señor, el don de amar
Date a mí, Señor, como Dios y como amor

91. [23/2/1999]

Hombre, dame tu mano y deja que Yo te lleve donde la hierba es más verde y donde el sol no deslumbra porque brilla desde dentro, donde cada cosa es Luz y la Luz es todas las cosas.

92. [24/2/1999]

¡Si supieras lo que significa llegar al final de un largo camino y ver que te espera aquel a quien más amas y a todos aquellos que amas y has amado, y vieras sólo amor en sus ojos y en sus palabras que son sólo amor!
Tu encuentro con el amor del que te ha amado, el encuentro de tu amor con quien tú has amado.

93. [27/2/1999]

Tienes que ver a Dios en todas las cosas y no dejar que Doña Tristeza se adueñe de ti y te lleve adonde ella quiere, porque tú eres dueña de ti misma y nada te puede turbar, porque a Dios nada ni nadie le turba.

94. [1/3/1999]

La vía es Una pero múltiples e infinitas son las vías que tú has recorrido para llegar hasta Mí con total integridad y armonía.

Toma contigo todas tus fuerzas y nunca permitas que nada ni nadie perturbe tu búsqueda del Bien, búsqueda que se afloja cuando no encuentras respuesta en las personas que tienes cerca de ti.
Cuando se tiene un camino por delante, nada ni nadie nos puede detener. Por tanto pídele solamente a tu Dios y Señor el amor de los que te rodean, porque otra cosa es lastre y peso inútil que no te permitirá ir hacia adelante más de lo que puede un caracol, en la hierba mojada por la lluvia de la primavera.

Debes sonreír siempre, porque tu sonrisa es tu mensaje para quienes te miran. La vida es en verdad una gran conquista y no hay nada que tú no puedas hacer, por tanto aleja de ti cualquier pensamiento fugaz, triste y penoso, y no pienses más que en ese Dios que te mira, te ve, te ama y te escucha, siempre.
Ten siempre el valor de ser feliz, incluso cuando el alma se encuentra envuelta en la tristeza, debes llevarle la luz y decirle lo que ella todavía no sabe: que debe beber en todo momento del Corazón que mana y mana y nunca cesa de manar y parece una fuente de amor, como, en el tiempo pasado, cuando la samaritana escuchaba aquellas palabras. ¿Y si tú hubieses sido la samaritana, qué más habrías podido pedir, si Le hubieses visto y escuchado y Le hubieses dado a Él el agua terrenal a cambio del Agua Celestial?

Nunca pierdas tu dimensión terrenal, pero sobre todo no olvides nunca, nunca, nunca tu dimensión celestial.

95. [2/3/1999]

LA CONCIENCIA DE SER


Cuando tocan las campanas y se despiertan en el corazón todos los recuerdos de las cosas vividas, y querrías cantar y llorar al mismo tiempo y no hay palabras para decir cuán grande es el amor de Dios, entonces, cuando las campanas comienzan a tocar, algo se desprende dentro de ti y vuela. Vuela, literalmente vuela lejos. ¿Qué es? ¿Qué parte de ti misma es la que se va, cuando suenan las campanas y las palomas alzan el vuelo? Es la conciencia de ser.
Cuando te emocionas, cuando experimentas sentimientos de amor, cuando lloras de amor, cuando experimentes sentimientos de compasión, cuando te abandonas confiada en Quien te guía, es la conciencia de ser. ¿Qué es la conciencia de ser? Es la conciencia de ser Dios en acto y en acción, en cada parte, por pequeña que sea, y no hay sentimiento más grande y más bello que ser Dios.

Lejos de preocuparte, cuando amas, sientes y vives, percibes la conciencia de ser Dios en cada uno de tus átomos, en cada una de las partes que te componen, por pequeña que sea, y no hay nada más noble, ni más bello y cuando te enfadas y el enfado oscurece tu rostro, te alejas de la conciencia de Dios, te alejas voluntariamente de Él y no queda más que el dolor y el lamento por el bien que has perdido.
Por tanto recuérdalo en cada momento, la conciencia del ser que vibra cuando amas, que vibra al sonido de las campanas, en un concierto, con un recuerdo, con una caricia, con una mirada, es la conciencia de Dios que se superpone a la tuya y vibra al unísono con Él. Y Él y tú sois una sola cosa. Y lejos de ahogarla, la emoción debe aflorar a tu piel y a tus ojos y todo en ti debe vibrar.
¿Por qué esconder las emociones? ¿Por qué? ¿Quién os lo ha enseñado, si es la plena conciencia de Dios en vosotros que se abre camino y no es necesario hacer nada para que se vea? Está ahí, evidente, etérea, intacta.
La transparencia de los sentimientos, ¿por qué ocultarlos? ¿Por qué esconder lo más querido que el hombre tiene dentro de sí mismo: su capacidad de emoción?
Es bonito ver vuestras emociones: los colores, los matices, los sonidos que emite un cuerpo cuando su alma vibra de amor, de emoción, de conmoción, de gozo, de sorpresa, de alegría. La belleza del auténtico Yo.
Hablamos de emociones bellas y alegres, aunque sean muy profundas, pero que son imágenes de lo que será luego, más tarde, la eternidad, que vosotros entendéis como un periodo que no se acaba nunca, pero que para vosotros vuelve a comenzar muchísimas veces, hasta llegar a agotar el completo perdón de vosotros mismos.
Vuestro perdón es vuestra aceptación de vosotros mismos y en esa aceptación reside el final del ciclo; aceptarse tal y como uno es, es señal de gran sabiduría.

Sondeando tu corazón, esculpes dentro de ti el bloque de mármol que será la imagen que tienes de Dios y que configurará tu alma.
Dale a tu alma la forma que quieras, pero dale una forma, no la dejes caer en la oscuridad que da la falta de la plena conciencia de Dios en ella misma.

Recuerda en cada momento que Dios está dentro de ti, está dentro de cada ser humano y habla. Habla al Gran Corazón del hombre, y cada hombre responde, a veces es sólo un suspiro, a veces es sólo una sonrisa, a veces no hay respuesta, a veces es una rabia instintiva porque no quiere oírlo. Pero Él está ahí y sonríe y te habla y te mira.

70. [19/1/1999]

Cuando veas salir el sol, recuerda que todas las cosas renacen y tú antes que ninguna. Renacer quiere decir volver a empezar una nueva vida sintiéndote hija amada por Quien sabe y te ve y te conoce y no te abandona.
Después de la “muerte”, liberada ya de los cepos de cualquier esclavitud, serás uno con el Uno y lo Eterno será tu casa.
Si tomas un tren lleno de pasajeros, un día y otro siempre el mismo tren, el tren es el mismo y también el trayecto, han cambiado sólo los pasajeros, pero la sustancia es la misma.
Así vosotros camináis aquí en la Tierra como formas múltiples, y uno es vuestro camino, y uno vuestro Gran Regreso, una la vía y una la Gran Meta.

Cuando veáis la sonrisa volver a los labios de los que os rodean, en ese momento sabréis que habéis cumplido una misión que os ha sido confiada desde hace tiempo: llevar, volver a llevar la sonrisa a quien ya no sabe sonreír, o ha perdido su sonrisa a lo largo de las travesías de una vida que todavía no ha sido transcendida. Mira a tu alrededor y lleva la sonrisa.
No escarbes nunca en el pasado: ya ha pasado.

Ha salido la luna y toda la Tierra se ilumina y las aguas vuelven otra vez a brillar a su luz. La luna se asoma a las cabañas, a las casas, a las calles, a las plazas, a las carreteras, a los canales de toda la Tierra y ¿qué ve? ¿Ve quizás a personas radiantes en posesión de Dios Padre-Creador? ¿Ve a criaturas sedientas de la Verdad, o a criaturas inmersas en el fango de la autoignorancia más negra? ¿Ve a criaturas brillar como pequeñas llamas en las tinieblas, destinadas quizás a tener una luz más grande? ¿O ve a criaturas que están constreñidas en el fango, inmersas en el sueño-letargo que cubre todas las cosas y aplasta y alinea el pensamiento, la acción, el deseo?

La luna se asoma a la ventana y te dice: despierta, es hora de Renacer, es la hora de la nueva y auténtica Era, es la hora del no-reposo, es la hora del alba, la caída del sol está lejos, ha pasado.
Es el alba, y la aurora dora las calles y las plazas y las carreteras y los canales.

Toma tu fardo y cárgalo sobre tus hombros y camina y no olvides nunca que eres uno de los miles y miles de millares de seres humanos capaces de amar. Por eso, toma la hoz y corta las yerbas ya secas y las retamas marchitas y nunca dudes de que la cosecha será más abundante que nunca.
Conserva intacta la fe y nunca permitas que las alabanzas o los desprecios alteren en lo más mínimo tu paz interior. Revisa cada cosa. Revisar quiere decir: volver a considerar cada cosa bajo un aspecto más puro. Purifica cada mirada, purifica los ojos que miran las cosas. Purifica cada palabra, cada gesto, cada tiempo que te sea destinado, cada acción, cada desahogo, cada verbo, cada idea. Purifica cada cosa dentro y fuera de ti.

Es el alba y la luz te invade y no hay regreso y cada cosa es luz, sí tú la ves como luz. Cada cosa tiene su vida, su luz y su consistencia, pero si tú no lo sabes ver, no existirá para ti. Deja que cada cosa, cada persona, cada ser brille con su luz, cualquiera que sea. Tu tarea es sencillamente verla, mirarla, amarla. Sé la luz de los otros (en el sentido de: vive la luz de los demás), sé la luz de los demás.

Cada uno tiene su propia luz pura y perfecta y si tú sabes verla, quizás también los seres a los que te acerques, sabrán ver la suya propia y así, Luz con Luz, desaparecerá la noche con sus tinieblas y la Luz será una sola, y después la Luz será Dios en otro escalón más allá de la Luz, allí donde todo es innombrable, eterno, absoluto e infinitamente brillante.
Cada uno de vosotros es una partícula de este universo de Luz Absoluta destinada a esclarecer las tinieblas que no dejan filtrar la Luz segura y perenne que emana de Dios.

Es grande el momento del Gran Regreso y no tienes aún la menor idea de lo que está a punto de ocurrirles a muchos aquí en la Tierra. Es un bien inmenso, grandísimo, hecho sólo de Luz que se refleja desde dentro, junto con la Luz que se refleja desde afuera, allá lejos, donde la Luz nace y nacen los astros como supernovas atraídas por una luz más viva.

71. [20/1/1999]

Es tiempo de siembra y de siega en los campos que se extienden al infinito. Como si fueran campos, hay que afrontar y ver a la humanidad, y escardarla, cultivarla, embellecerla, y otorgarle los mayores cuidados ¿No ves cómo resplandecen todas las cosas, una vez que ha caído la venda opaca del llamado “mal”?
Es tiempo de siega. Es tiempo de despertar y de lucha.

Sé como un jarro que ofrece su agua fresca a todo el que se lo pide. No mires al pasado. Recorre tus distancias y sé siempre tú misma.

Sois sarcófagos portadores de almas aladas y no lo sabéis; ¿Cómo podéis ignorar al Dios que os da el sol y la luna y la tierra y los planetas y el agua de la lluvia y el perfume de las flores? ¿Cómo podéis ignorar a aquel Dios que cultiva los campos por vosotros, habiendo dado a la tierra el poder de engendrar frutos de todas las especies? ¿Cómo podéis ignorar a ese Dios que os escucha y os manda las nubes, el sol, la lluvia y la nieve y sólo belleza infinita donde quiera que se posen Sus ojos?
De cada una de Sus miradas de amor ha nacido una estrella, una flor, un tallo reclinado sobre la flor, ¿Cómo podéis ignorarlo, cuando, envuelto en Su manto de Luz, recorre Su Gran Universo sobre un caballo alado de Luz (metáfora: alado de Luz, no hecho de Luz, sino alado de Luz)?

Coge en tus manos tu bastón y recorre con Él las distancias que llevan al Cielo; apoya tu mano sobre la Suya, sonríe a esos Ojos (metáfora) que son sólo amor, y recorre caminos polvorientos y quiebros de las rocas y siembra, siembra, siembra. Él regará todas esas semillas con su Lluvia Divina (metáfora) hecha de Pruebas de Amor Celestial, superior a todo lo imaginable (celestial: tan grande como el Cosmos).

Recorre esas distancias que todavía no conoces pero que tienen un regreso seguro a Su Puerto Divino.

Barca que llevas Esperanza, Fe, Caridad, Belleza, Amor, Integridad Absoluta, barca, deja la orilla, la cómoda orilla y ve hacia horizontes infinitamente lejanos, y echa el ancla en cada uno de los puertos, por pequeño que sea (metáfora: ser humano). Di, ¿a qué esperas para hacerte a la mar y ser guía con Él, hacia otros horizontes? Abre los nuevos caminos al Amor de Dios: guíalo donde quiera que estés, haz que Lo vean, proclama que cada cosa es Él, en Él, para Él, con Él.

Si contemplas la Luna y no piensas en otra cosa que no sea su luz y su belleza, tus pensamientos se quedan quietos en pura contemplación de algo verdaderamente bello, pero si analizas todas las formas que recubren su superficie y piensas en el espacio que la rodea y en la vida microscópica que existe en ella, y te preguntas quién la ha habitado y cómo ha acabado así, apagada y con luz refleja, entonces la verdad se abre camino y tú empiezas a pensar que lo que veías cada noche, lo habitual, no es lo que veías cada noche, sino que es y puede ser una cosa muy distinta, o muchas cosas muy distintas entre ellas.
Una cosa es la apariencia real, objetiva, específica, y otra la realidad vista más de cerca.

Si tomases un microscopio muy potente y mirases ahora tu mesa, verías a billones de pequeños seres vivientes en un estado inconsciente-consciente, de los cuales tú no tienes ni la menor idea, pero ellos existen y se creen únicos en el universo: ¡tu mesa! ¡Gran Universo!

Si tomases un microscopio y mirases un jardín, verías a trillones y trillones de otros seres que viven y existen y tú no los ves, los ignoras completamente, pero ellos existen, ¿Cuántos seres humanos y no humanos piensas tú que existen en el Cosmos-Universo? ¿Mil billones? ¿Mil más mil billones? ¿O dos mil billones más dos mil billones de billones? Ponte a pensarlo. Son muchos, muchos más.

Infinitas son las moradas, como dice Santa Teresa de Ávila. Infinitas moradas de seres que tienen todos un alma, como la tienes tú y todo ser humano y no humano.

Analiza las cosas que has hecho y dales trascendencia: depende de ti. Trasciende cada hecho y saca de él una enseñanza. Nada se perderá si logras ver el Inmenso Mensaje Divino en cada una de tus acciones, en cada pensamiento, en cada movimiento de tu alma cuando, sin tener todavía la conciencia, el alma buscaba.

72. [21/1/1999]

Intenta pensar qué exquisitez hay ínsita en el propósito de crear la alegría, el dolor, el hambre (el estímulo), la sed (el estímulo). Intenta pensar en el grado absoluto de amor necesario para crear estímulos, impulsos, deseos, aspiraciones, ideales, religiones. Piensa en cuánto dolor se ha sumergido siempre la Tierra, y lo que el dolor ha creado, dado, fructificado. ¿Y la alegría?

Aprecia de ahora en adelante cada estímulo del que tú te sientas capaz y aprecia en cada ser humano el estímulo del cual es portador. Me puedes decir que muchos estímulos son dañinos, perniciosos para la salud: de acuerdo, pero no olvides que tú sabes que cada acción debe ser útil, y buena y hecha con toda la intensidad de la que tú seas capaz. Y de este modo cada una de tus acciones será una obra de arte y cada mirada un espejo del alma y cada suspiro un acto de amor hacia Dios o hacia un ser humano, o animal, o planta, o hacia el aire, hacia el sol, hacia la lluvia, hacia la niebla, hacia el alba, hacia la puesta del sol.

No te refugies en actividades que no te hacen feliz. La felicidad es una cosa ambigua si no está purificada.

73. [25/1/1999]

La luz se hace sonido, sonido que se ha hecho luz.

Adorable es aquel que sabe darse a sí mismo al compañero y con su alma da el alma al compañero.

Los seres alados son más numerosos que las gotas del mar, más luminosos que las estrellas, más ardientes que el sol, más serenos que el sol al atardecer, más serios que una tormenta, más alegres que un día de sol.

74. [26/1/1999]

Cuando encuentras una luz igual a la tuya vives como una barca que se desliza sobre las aguas del río y va sin motor y no se detiene ni en piedras, ni en ramas, ni se para en los recodos, y sigue.
Y como barcas se deslizan las almas a millares en el gran río armonioso que corre hacia ningún horizonte en una existencia que está hecha sólo de luz y de armonía.

En el lejano Día de la primera Creación el Espíritu de Dios posado sobre las aguas del mar, clamaba y pedía al Universo criaturas para amarlas. Del grito de Dios, vibración absoluta y primigenia, nacieron las primeras formas de vida.

Y así, con un solo suspiro de amor, como nenúfares, el hombre y la mujer han iniciado su largo camino hacia el Gran Amor.

75. [27/1/1999]

En la Tierra hay plantas que aman la sombra y plantas que aman el sol, así en el mundo recién creado, la Sombra tenía sus criaturas, que son distintas, nada más, no son el mal. Lo que es distinto todavía lo consideráis como mal y lo que es distinto es solamente eso, distinto.
Del mismo modo que si pones una planta de sombra al sol se muere, así si pones una planta de sol en la sombra se muere, así criaturas de sombra y de sol (Luz), al no soportarse, iniciaron la larga lucha.
Criaturas de sombra y de luz conviven todavía en la Tierra, y la finalidad de la Palabra de Dios es la de crear un ambiente de luz adecuado a todas las criaturas, porque es necesario una elevación de vuestra conciencia que en vez de buscar la Luz se hunde cada vez más en el fango de la Tierra, no en el mal sino en el fango y, ¿si tú puedes volar más alto, por qué te tienes que hundir cada vez más en el fango sin Luz?

Nacidos en el sol y no en la sombra, plantas con las mismas raíces, árbol con las mismas hojas, planta nacida del sol, los hombres tienen un destino común y están predestinados a ser Bien.

76. [28/1/1999]

¿Por qué os he dado tanta capacidad de amar la belleza de estar vivos? ¿La alegría de encontrar en otros vuestra propia alma bajo distintas formas? ¿La alegría de ser otro cuando amáis con el corazón? ¿La satisfacción de dar con el corazón? ¿La ambición, por así decirlo, de ser Dios en cada momento de vuestra jornada, en vuestra vida terrenal y luego no terrenal?
Yo he puesto en vosotros mi Semilla Celestial. ¿Qué ha sido de ella?

77. [29/1/1999]

Cuando tú ves un rostro humano piensas sólo en Dios, cuando ves una brizna de hierba, tú ves sólo a Dios, cuando tú amas, sientes, experimentas y existes, amas, sientes, experimentas y eres Él.

78. [31/1/1999]

Ser Él, dejar que Él guíe tus pasos, un paso tras otro, una y otra vez, un paso tras otro en un caminar que es como un deslizarse sobre superficies lisas y silenciosas con Él que camina cerca de ti, atento, solícito, preciso e insondable.

79. [1/2/1999]

No busques nunca más unas causas psicológicas, atávicas, o neurológicas para explicar la lucha entre los hombres, la incomprensión, la rivalidad, la critica y el odio: todo es sólo falta de amor y nada más.

El amor es una fuerza completa y real que todo lo invade.
Participa del amor como si estuvieras sumergida en el mar y fuese como un baño de sol que se ha hecho liquido, de luz como si fuese oro.

El día declina y se abren las puertas de la noche y se cierra la del sol, abiertas las estrellas.
El gran cielo que a vosotros os parece cóncavo, en realidad no tiene forma y el espacio está ocupado por un número infinito de planetas y de estrellas y de mundos y de universos que no tienen nombre y lo tendrán cuando, una vez que se haya desarrollado la conciencia de la presencia de Dios en vosotros, se eleve el nivel de percepción que ya no será humana, porque se habrá transformado en una antorcha candente que iluminará vías y caminos desconocidos que tienen su regreso sólo en vuestro corazón, porque las cosas que existen fuera de vuestra atmósfera se hacen visibles sólo cuando, en el Gran Corazón, Él es Dueño y Señor absoluto, y el espacio y el tiempo no tienen ya nombre, y son sólo Uno.

Si tú conocieras todo el potencial que hay dentro de ti, si tú lo vieras, lo usarías y serías siempre inmensamente feliz porque este potencial te permite hacer lo que quieras.
Usa toda tu potencialidad. Úsala, es tu deber y tu derecho inajenable y eterno; dura el tiempo que tú duras y el tiempo no tiene ni espacio ni lugar y, en esencia, es un símbolo. Pon este símbolo en un cajón y vive tu vida y no la vida de los demás.

Yo siempre te sonrío, sonríe siempre tú también, porque la vía de la sonrisa es la que hace más camino en la vida.
Nunca dejes de sonreír, y nosotros llevaremos tu sonrisa a quien no tiene ningún motivo para ser feliz, a quien tiene hambre y sed de amor, a quien no tiene a quien darle amor, a quien tiene miedo a dar su amor por miedo a lo que pueda pasar.

Los que te aman cavan en ti un surco profundo en el cual vierten su amor en forma de don, como un talego lleno de semillas que luego se hacen flores y frutos y plantas y colores.

80. [2/2/1999]

¡Cómo rezuma amor cada cosa si se mira con ojos llenos de amor! Es como si el Amor mirase al Amor y se enamorase de él.
Cuando amáis cesa el dolor que os tiene hundidos como una piedra que se hunde en el barro.
Ama y serás ligera como una nube o libre como el viento y absolutamente llena de amor.

81. [3/2/1999]

Él está en todas las cosas: como los quiebros de la roca están llenos de vida, de flores, de plantas, de nidos de pájaros, de cantos en el otoño y en la primavera, en verano y en el invierno, en cada época del año, incluso cuando parece que la nieve cubre todas las cosas y el silencio transforma todas las cosas en un canto silencioso de copos de nieves que revolotean lentamente en el viento que suave los mueve y los deja un poco más allá, sobre las cosas, y el silencio es sólo silencio.

82. [4/2/1999]

Las estrellas fugaces que a veces veis en el cielo son una prueba de cómo un cuerpo opaco y pesado puede llegar a ser luz cegadora cuando se dan las condiciones adecuadas, y todo se transforma en partículas de luz.
¿Por qué en un determinado momento las leyes del Cosmos ya no sirven y un fragmento de roca se transforma en luz visible para el hombre?
En el todo posible, todo es posible.
Así cada ser humano que se trasciende a sí mismo y se supera y cae en el Vacío de Dios y a Él se abandona, se sale de las leyes humanas, y desde el Cosmos, se dirige hacia él una fuerza centrifuga que lo fragmenta y lo transforma en Luz que ilumina el mundo.

No hay camino más seguro y más rápido que el Bien para llegar allá donde todo es sólo Bien.

Cada criatura creada con el Amor, por el Amor, desde el Amor y en el Amor, Amor ella misma, ¿qué puede ser sino Amor?

El pasado, pasado, el presente, ¿qué es? El futuro, ¿dónde está?

83. [5/2/1999]

Existen en el hombre unas fuerzas desconocidas que él no ve y en las cuales no cree, fuerzas inmensas que todavía no tienen nombre pero que existen en cada ser humano y que sólo las plantas conocen. La planta en su desarrollo, da todas los frutos que puede dar, da todas las flores que puede dar, da todas las hojas que puede dar, da toda la sombra que puede dar.

Invisible como todo lo que es Uno, el alma busca sosiego en otra alma que sea de su misma luz y de su mismo color, y busca y busca hasta que la encuentra.

Un Dios que ama, por muy grave que sea la desobediencia del hombre, ama y nada más.

84. [6/2/1999]

Cuando la Voluntad de Dios y la voluntad del hombre coinciden, la fuerza es como la de un huracán y nada la puede detener.

Cada Era tiene su inmensa belleza y la que viene es más enrarecida, menos concreta, más abstracta, más verdadera, más cercana al Señor.

85. [7/2/1999]

¿Por qué juzgáis a los demás? Cada ser humano sabe, él sólo, qué hacer consigo mismo. ¿Por qué juzgáis los hechos de los demás, si cada ser humano es sólo él mismo y en esto consiste la prueba?

Las pruebas no son las muertes y los dolores, que son como exámenes a lo largo de un ciclo, y son caídas y triunfos, pero la Prueba es la existencia que Dios se ofrece a Sí Mismo en infinitas múltiples formas del Todo Posible.

86. [8/2/1999]

No os queda más que vivir a Dios en cada uno de los seres humanos con los cuales os toca vivir. ¿Es doloroso? No, es simplemente una prueba de fuerza entre tú, ego, y Él, Ego.

El alma, benjamín de Dios, hija menor de espíritus mucho más elevados, ha aceptado vivir en la Tierra para ser como los hermanos de Luz que ya son Luz y ya no necesitan encerrarse en cuerpos celestes, sino ser pura Luz.

87. [11/2/1999]

Caminarás entre orillas de ríos de oro en la plata de la luz de la luna.
Uno es el Camino y una la meta, no tendrás que hacer nada más que volver a ver en ti misma Sus Manos Omnipotentes que protegen a toda criatura.

88. [17/2/1999]

La Unión en sentido absoluto, indisoluble y eterna, consiste en esto, en mirarse cada uno en el alma del otro, en mirarse Dios en el Dios presente en el alma del otro, en reconocerse Dios en el uno y en el otro, en ser Dios en el uno y en el otro, en ser sólo Dios en acto, acción, esencia y presencia.

No hay nada que se pueda comparar a la inmensa fuerza que brota dentro de ti cuando, una a una, las estrellas de Dios se abren dentro de ti y tu firmamento resplandece como si fuera una única estrella inmensa y deslumbrante.

89. [20/2/1999]

LA VOLUNTAD


Inefablemente inescrutable para el hombre Dios se presenta bajo múltiples formas y existe en cada una de Sus criaturas creadas y creadoras.
Hasta la más pequeña partícula de polvo recoge y encierra en sí misma la Esencia divina, como cada cuadro encierra la mano, la mente y la idea del artista; como cada fruto tiene una semilla; como cada flor tiene su cáliz lleno de otras flores.
En el inescrutable devenir de las cosas Dios se realiza a priori y a posteriori, y es el Siempre Presente.

El viento tiene su vida propia y al contemplar su rápido movimiento el hombre comprende la existencia de una fuerza sublime que mueve las aguas, el aire, el cielo.
También en el cielo todo es movimiento y no hay nada que sea estático, del mismo modo que aquí en la Tierra cada cosa oculta un movimiento de moléculas.

Es la hora de ir hacia la meta y saber que al final del camino está el encuentro real de cada alma con su Dios y Creador.

Destinado a la felicidad, el hombre ha oscurecido la Luz porque no ha creído, y lo que el hombre no cree no se puede realizar. El milagro consiste sólo en creer. Cree y todo se hará realidad.
En la voluntad de creer reside la realización de Dios dentro de cada uno de vosotros y, una vez realizado como individuo, cada uno de vosotros será el Dios universal, absoluto, libre y verdadero. Libre porque no estará oprimido por tantas “cadenas” impuestas por el hombre a Su imagen; verdadero, porque Él es; absoluto porque es sólo Él; universal, porque Él es el Universo.

Volverás a ver a las personas como esencias, ya no como cuerpos portadores de Luz, sino como esencias divinas que tienen un camino que hacer, un camino de reconocimiento.
Cuando el espíritu esté afligido y tú creas que sufres, levanta los ojos a tu Dios que está dentro de ti y no te abandona.
Él no abandona nunca. ¿Cómo podría hacerlo, si está dentro de vosotros? Sois vosotros los que, metidos en vuestros caminos, no sentís Su aguda presencia y vagáis como almas en pena buscando descanso fuera de Él, cuando Su manantial, que está dentro de vosotros, apaga todo tipo de sed.

El Gran Regreso del creyente será como una fiesta de amor entre Dios y el hombre que Le ha reconocido y Le ve y Le siente y Le ama, y Él estará aguardando con las manos extendidas como Padre Absoluto, Amor total, Bien infinito.

El hierro debe pasar por mucho fuego, por una gran llama, si quiere ser duro e indoblegable. Tenéis que llegar a ser hierro y ya nada podrá destruiros.

67. [16/1/1999]

El alma es como un bloque de mármol en el cual tú puedes esculpir, un bloque de mármol que existe en cada uno de vosotros (metáfora) y que puede tomar múltiples formas dependiendo de cada uno de vosotros. Las múltiples formas son el fruto de los dones de Dios, y a más dones más formas, hasta una sola forma, la Forma, la Suya, que se identifica con todas las formas.

Una vez eliminadas las superestructuras queda la Alquimia del ser y nada la puede destruir. ¿Qué es la Alquimia del Ser? Es la existencia misma que se transforma en múltiples formas, hasta el regreso a la Esencia y, Alquimia del Ser es cada criatura que acepta la Prueba de Ser.

Cada hombre está destinado a ser Dios en su Gran Regreso a la verdadera realidad de la plena conciencia del Bien dentro de él.

El alma ha superado el umbral del ego y ahora vaga feliz una vez que ha alcanzado la unión con el Ego que es el Señor y Amo de todas las cosas creadas y no creadas.

68. [17/1/1999]

Coge en tus manos tu vida y haz de ella una obra de arte. Observa alrededor de ti todo lo que te agrada hacer y hazlo, de este modo te realizas a ti misma y realizas a tu Yo. ¡Adelante! Dios ve y provee.

69. [18/1/1999]

No pienses tanto en las cosas que no es posible hacer, haz todo lo que esté en tus manos, usa tu tiempo, divídelo en horas exactas de ocupaciones y sé útil para ti y para el mayor número posible de personas. Mira alrededor y no sueñes. La vida, tú lo sabes, no es un sueño y muchas de las cosas que se pueden hacer, las debes de hacer tú.

LA UNION


El objetivo actual del hombre aquí en la Tierra es la unión con todas las cosas creadas. La Unión significa más que amor, es fusión, es ser el otro, quienquiera que sea. Y en esta Unión encontraréis la realización de Dios en cada uno de vosotros.

No pierdas más tiempo en nostalgias y en recuerdos y en sueños vagos y confusos, acepta cada día la Palabra de Dios y obedece Sus normas.

Cuando aquí abajo todavía no existía el hombre y, vagabunda, el alma errante buscaba un cuerpo donde habitar, del agua nació el primer cuerpo. Primero nació el alma y después el cuerpo, y ¿Por qué? Porque es la expresión directa de Dios.

Para que todas las cosas fuesen creadas Dios sopló suavemente en el alma y el alma tomó la forma del cuerpo para ser Dios. Por esto decís que Dios os hizo a Su imagen y semejanza. El alma es Dios en potencia, el Espíritu es Dios en acción, y cuando el alma llega a ser acto y acción, entonces el Espíritu y el alma se hacen uno.

Dios creó el alma que tomó la forma del cuerpo condensándose en múltiples formas aparentes, aunque pasajeras.

Como cuando en un espejo ves tu rostro reflejado miles y miles de veces, cada uno es el tuyo y cada uno eres tú misma y cada uno es igual a sí mismo y al otro, así, de la misma forma, las infinitas, múltiples formas tienen una única finalidad: descubrir la Identidad del Yo que está dentro de ellas como impulso inicial y sin excluir nada del resplandor inicial.

Es grande el destino terrenal de quien se ha confiado a Dios y en Sus Manos deja todas sus cosas y no cede ante el dolor que llama a su puerta, como a la puerta de una casa vacía.

66. [15/1/1999]

EL SONIDO


No es posible expresar con palabras humanas lo que representa la imagen de Dios en el Cosmos, porque en la mente humana aún no está presente el Yo inmenso de la Creación. En su mente alberga pequeñas cosas, definiciones para cada día, mas no trasciende, ni oye la Gran Llamada, la Gran Llamada del Cosmos.
Otra Llamada vendrá más adelante, directamente de Dios que escucha.
¿Dios escucha? Sí. El Inmenso escucha. El Inmenso calla, escucha y llega al Corazón sin palabras, al Gran Corazón con el que está en contacto permanente.
Se escucha a Sí mismo en cada cosa, por pequeña que sea: flor, animal, planta, criatura, ser humano.
La escucha de Dios es atenta, continua, constante, eterna, perenne, es continua, esto es lo importante. Él escucha siempre.
Cada cosa tiene un sonido y Él lo escucha.

Todo es sonido. Y todo es color.

38. [6/12/1998]

Yo soy la Vida.
Todas las cosas, cada una de las cosas vive conmigo y para Mí. Como un inmenso circo en el que cada uno tiene su papel: ésta es la vida en el Cosmos y en el Universo.

En el camino que lleva a la conciencia de la presencia de Dios en ti no encontrarás más obstáculos que aquellos que tú misma quieras poner entre tú y Él.
Vibra sólo con Él y vibrarás con cada una de las cosas creadas y con las que quedan todavía por crear.

El Único es Inalcanzable porque tú eres algo creado; el Único nunca aparece, pero se Le ve en Sus infinitas formas aparentes.
Unívoco es el camino hacía Él, camino que es trazado por cada uno de vosotros para el Gran Regreso, y toma las formas del Bien y del Mal, según la voluntad del hombre.

39. [7/12/1998]

Mira alrededor y observa: cada uno busca su satisfacción personal y su felicidad, y a nadie, ni le debe, ni le puede interesar en lo más mínimo el modo de ser de cada uno, por lo tanto toma las riendas y sacúdete la sumisión.
El fruto que todavía no está maduro, madura al sol de tu capacidad de elección, y la realización se debe llevar adelante con cuidado, determinación, valentía, esencia y sin miedo.

El que os ha hecho libres no puede permitir la angustia de la dependencia ni del olvido de sí mismos.
Rompe todos los obstáculos y todas las barreras, y sé tú misma.
Sé Yo Mismo.

Una vez que se ha iniciado el camino hacia la Luz es imposible el regreso a la oscuridad. Avanza y mira cada vez más lejos: las Manos que te sostendrán serán buenas, y fácil el regreso a la Gran Paz.

No es necesario que escuches todo lo que dicen fuera de ti; si escuchas tu Eco interior, el de tu Padre y Creador, podrás en cada momento conocer la Esencia y la Verdad.
Nunca dudes del Gran Maestro del corazón que sólo habla para ti.
Cada ser humano tiene su Maestro interior y tú no puedes dejar de tenerlo.
Escúchale. Escúchale sólo a Él en todas las ocasiones. Entrégate a Él. Pídele a Él, escúchale a Él. Que Él sea tu único maestro, consejero y amigo. Desconfía de las palabras humanas, porque son engañosas y no van dirigidas hacia el Bien, sino hacia los pequeños bienes inmediatos, nada más.
Tu Bien es solo obra tuya y de tu Maestro. Escúchale y no dudes.

40. [ 8/12/1998]

En el Regreso el alma se repliega sobre sí misma, y cuando esto ocurre, se realiza el encuentro del alma y del espíritu, y el cuerpo, espectador mudo, acepta ese encuentro y depone su vestido y el alma prosigue sola su camino hacia lo Eterno.
Lo Eterno es un concepto global: lo Eterno es el Universo, siempre igual y cambiante; lo Eterno eres tú en tu eterno regreso a la vida, forma múltiple del Ser.
Eterna es el agua que se renueva, eterno es el ciclo de las vidas que nunca se acaba, una vez que se ha comprendido la ausencia del tiempo.
Ahí arriba, el alma olvida la fracción-tiempo y desea volver a la Tierra u a otros planetas para experimentar lo que se puede experimentar, que es el Todo.

El tiempo, cronológicamente hablando, no existe, es una creación humana y todo está fuera del tiempo.

Acostúmbrate a no calcular en horas, días, meses, años, sino en situaciones, circunstancias, presencias, ausencias, existencia, y así se dilatará tu espacio y tu tiempo y nada tendrá ya sentido como ahora.
Acostúmbrate a no pensar en el concepto de tiempo, sino en el concepto de personas, circunstancias, presencias y ausencias.
Y no pienses en las ausencias como tales, pues han sido y son, las experiencias de quien ha elegido emprender el camino de regreso antes que tú.
Cada uno es libre, nunca lo olvides y no te interpongas entre ellos y su deseo-misión.

Aquí en la Tierra, comparable a una estación del tren, sólo tenemos compañeros de viaje, nada más. Compañeros del alma son algunos pocos elegidos que han comprendido que el Ser coincide en todo lo que tiene vida: ser humano, perro, planta, flor, agua, aire y cielo, y en la coincidencia nace la unión y esta unión es indisoluble y es la conciencia de ser uno con el “otro”, que no es así, porque todo es Uno.
Acostúmbrate a no hacer distinciones dentro de ti, acostúmbrate a ser Uno con el otro, a no dividir, a no separar, a no hacer distinciones.

En la inmensa paleta de los colores, uno es el amarillo y otro es el verde y no hay distinción, todos son colores y los colores primarios, unidos a otro dan otro color, y así hasta el infinito.

¿Por qué buscas lo que ya tienes a manos llenas? ¿No ves el cielo, el alba, la aurora? ¿No ves cómo cada día el sol vuelve a su sitio, cambiando con las estaciones su punto de llegada en el cielo? ¿No lo ves?
Así, pero sin anochecer, es tu Dios, Creador. No hay diferencia entre tú, vosotros y Él. No hay más separación que la que vosotros mismos ponéis, y aunque llueva sobre vosotros, el sol siempre sale y resplandece e ilumina y brilla y existe.
Por tanto, no busques lejos de ti lo que está tan cerca de ti que eres tú misma. Cuida de tu Dios interior y amigo, y no escuches otra voz que no sea la Suya.

¿Por qué buscas a lo lejos y no te sientas para escuchar Su Canto Creador? Su Canto Creador autor de todas las cosas de modo inmanente y presente desde la eternidad.

Cuando escuchas la voz de Dios se apacigua el deseo, y la mente escucha la Palabra Sublime y no piensa en nada más. Así tu mente, vuestra mente, debe escuchar sólo Su Palabra Sublime que habla de manera distinta pero igual a cada criatura: ya sea piedra o ser humano, y responde a todas y a cada una de las preguntas infantiles que plantea la mente que no acepta ser Dios con Él, y pretende buscarlo con grandes palabras, cuando es Él mismo.

Toma a Dios en tus manos como Luz, y la Luz resplandecerá alrededor de ti para siempre, en cada instante de tu vida terrenal o no terrenal, y cuando vuelvas allá tendrás otra Luz que no se acabará nunca, y Dios se habrá realizado en cada uno de tus átomos, en cada pensamiento, en cada acción, en cada instante de tu vida-esencia divina.
Cuando esto ocurre las formas múltiples se hacen Una, y Una y Una y Una forman la gran Idea de Dios realizada en miles de formas.

Piensa, escucha y manténte en silencio: Él está ahí.

Aprende a distinguir, distingue y sé persona. Coge en tus manos tu vida y conviértela en instrumento de Luz y de amor, y no la arrojes a las zarzas que ya no darán más fruto. Descansa de aquellos que no saben comprender (evítalos).

41. [9/12/1998]

El camino de los demás es muy diferente al tuyo y tú no puedes ni debes recorrerlo por ellos.
Elegida desde el principio la condición, ellos sufren por lo que le han pedido al Sublime el día de su venida a la Tierra por antigua decisión.

42. [10/12/1998]

Es absolutamente integral el retorno de quien cree en el poder del Universo y no pierde de vista la meta última y primera, y juega a vivir la vida como una experiencia nueva y divertida, y no angustiosa y mortal.
Debes de aprender a sonreír ante los acontecimientos.

Todas las cosas humanas tienen un camino y todo está construido según esquemas que se nos escapan, y no nos es dado ver y saber todas las cosas, por lo que es prudente que te informes antes de todas las cosas y, sobre todo, que no dejes nada a la improvisación en lo que se refiere a tu vida y a las cosas que te ocupan.
La Gran Maestría es conocerse y conocer.
En la búsqueda de distintos objetivos el hombre toma el trabajo como su primer objetivo y no es así, porque el único, primero y último objetivo es conocerse a sí mismo y observar alrededor y descubrir a los demás. He dicho descubrir y no conocer.
Deja de lado todo lo que no es útil para ti, no es el momento de tomar falsos compromisos y de tener falsas vanaglorias que el contacto con los demás trae consigo; recuerda que la vanagloria nace sólo del contacto con los demás.
Debes de tener cuidado cuando estés con alguien, baja las alas y escucha y no permitas que tus fuerzas mentales se crean alguien, por pequeño que sea.
Es un ingrato quien no sabe reconocer en el otro a un semejante, a alguien que es igual idéntico a él, sólo diferente, pero absolutamente idéntico como hijo de un mismo padre.

43. [11/12/1998]

Debes de aprender a no sentir nunca la desesperación, porque nada, nada, nada merece la pena que uno sienta ni tan siquiera el más mínimo atisbo de desesperación.
Las personas a las que has amado y que ya se han ido tienen como destino volver, y deben de cumplir su tarea como hace tiempo quedó establecido. En este momento ellas viven, viven de manera diferente, naturalmente, pero no están ahora menos vivas que cuando vivían contigo en la Tierra.

Es bonito perderse en el Universo y tener a nuestra disposición tiempo y espacio, sol y nieve, finito e infinito.

44. [13/12/1998]

El Ser es la existencia de Dios en sí y por sí en cada cosa creada y no creada, y el ser es la realización de la conciencia del Ser en cada ser.
Estos que parecen juegos de palabras, en realidad son la Palabra. En realidad la Palabra Suprema (por excelencia) es SER. Las demás son como ramificaciones del árbol central. El tronco es SER y las infinitas ramificaciones son la conciencia del Ser, de la que deriva todo movimiento, desde el moverse de una hoja, hasta el vagido de un niño, o el correr del agua en una fuente o en una cascada.
No existe nada fuera del Ser, porque todo es Ser en acto y en acción, en realidad y en potencia.

Cuando mires a una criatura humana, estás mirando al Ser; cuando mires una planta: estás mirando al Ser; cuando mires las estrellas: estás mirando al Ser; cuando mires tus pensamientos: estás mirando al Ser. Allí está el Ser y el Ser está siempre en acción y es invencible.

Una cosa es íntegra cuando es ella misma de modo completo y total.
Debes de ser íntegra en cada una de tus acciones, en cada uno de tus pensamientos, en cada uno de los instantes de tu vida, en cada circunstancia, y no olvides nunca que ahí está la dignidad del Ser, en Su Integridad, en cada ser humano y no humano.
Tu integridad debe ser tu compañera en todos los momentos de tu vida.

Una vez trazado el camino, no tienes más que recorrerlo e ir segura hacia adelante, y nada ni nadie podrá interponerse entre tú y la Integridad Sacrosanta, pura en el sentido de absoluta.

Al caer de la tarde y al ponerse el sol (metáfora de la que llamamos muerte), la Integridad aparecerá en toda su plenitud y, según como la hayas vivido en tu existencia terrenal en miles y miles y miles de vidas, así aparecerá la Pureza y este será tu Regreso a la Luz: Integridad absoluta desde el principio, a priori y para siempre.

45. [13/12/1998]

Todo el Universo está poblado y el gran Corazón (por llamarlo de algún modo) del Universo lo mantiene vivo y da vida a miles y miles y miles de formas: todas pensantes, vivas, conscientes en diversos grados del Ser, pero iguales a ti y a cada ser humano.

Los múltiples caminos que se abren ante ti han sido trazados por ti desde el comienzo; nada ha sido improvisado y los reconocerás a medida que se vaya abriendo camino dentro de ti la conciencia de Dios en ti.
Todo es Uno.

El boato humano es pasajero y trivial y se pierden horas y días en cosas absolutamente inútiles, y años y meses. Se pierde tiempo, energía y oportunidades en cosas que en poco tiempo ya no interesarán a nadie.

46. [14/12/1998]

No limites tu tiempo a las cosas humanas y dedícate a cosas más resueltamente divinas, como es conocerte y conocer a los demás.
No puedes olvidar que en la Inmensa Obra de Dios cada cosa tiene su propia función y su orden, y cada cosa hay que respetarla y tratarla en su integridad cósmica. Cósmica quiere decir Absoluta.

En un libro de geografía ves una infinidad de cosas celestes y tu admiración es grande y casi te asustas ante su enormidad que es inmensa y, sin embargo es cuantificable. Todo lo que es cuantificable es parte de Dios, pero Su Fuerza no es cuantificable ni se puede narrar, y sí es justa.
Su Fuerza es justa en el sentido de exacta y nada se escapa a su inmensa exactitud, ni siquiera el más pequeño grano de polvo: una partícula infinitesimal en el Universo.

Cuando ves entrar en una habitación un rayo de sol que la ilumina transformándola completamente, no piensas en la velocidad de la luz, ni en la incidencia de la luz sobre las superficies lisas, ni en la turbulencia del aire en ese preciso momento, no, simplemente miras la habitación y gozas de ello.
De ese modo también en el Universo cada cosa está regulada por una Luz que no tiene nada que ver con la luz del sol ni de una bombilla, Es Luz en sustancia, que es algo diferente, y esa Luz-Sustancia brilla en cada uno de los átomos del más pequeño grano de polvo del Universo.

El Universo está constituido por pequeños círculos concéntricos de energía-luz-sustancia que, como si fueran molinetes de fuegos artificiales, giran juntos en el interior de una gran esfera: la Gran Esfera del Universo.

Busca el amor en la forma y en la Esencia de cada ser humano.
Da y recibirás. No juzgues. No es tu tarea. Deja que cada uno recorra el laborioso camino hacia atrás en el tiempo, porque el Gran Regreso será para quien ha comprendido y cree.

No necesitas nada más que Sabiduría, Atención, Paciencia, Perseverancia y Actividad. Por Actividad se entiende el que no te detengas en el gran Camino de Regreso.

47. [15/12/1998]

Parece increíble que en tan poco tiempo pueda cambiar tanto en el Universo, y sin embargo está cambiando, y nada será como antes para cantidad de criaturas creadas.

Es difícil decir dónde y cómo será el cambio, pero ya se está realizando, un cambio que iluminará vuestra actual conciencia de la Presencia de Dios en vosotros.
Al inundar de Luz la conciencia se hará posible la Revelación astral, que nada tiene que ver con el mundo astral.
La Revelación astral va unida al Cosmos.

Cada prueba por pequeña que sea, no es más que un escalón para subir larguísimas escaleras irisadas.

Cuando aceptas una prueba y pones todo tu interés en superarla, subes un escalón irisado. Has hecho todo lo posible.
¿Qué es lo posible? Cualquier cosa que tú hayas pensado se ha realizado ya en otro plano.
Si todo es posible no crees obstáculos y camina. En otro plano, lo que tú has deseado, ya te ha sido concedido porque es tuyo, nacido de tu deseo, por eso vuelve a sonreír y no entristezcas el aire a tu alrededor, porque el aire no es tuyo, es de todos.
¿No ves cuántas las gracias que caen sobre ti? No sabes verlas. Piensa en cada día que nace con el sol en tu ventana: nace un nuevo día, nace una criatura nueva que ya no puede vestirse con los trajes del viejo pasado.
Piensa en los agujeros negros, imagina que tu pasado, aún muy reciente, ha sido absorbido por un agujero negro, ya no existe, por tanto no lo puedes reciclar. No recicles, renueva, injerta nueva vida en el tronco herido.
Fuera cae la nieve (se trata de una metáfora: el comportamiento de los demás te hace sufrir). ¿A ti que te importa? ¿En tu casa caliente (el alma), a ti que te importa la nieve que cae? La nieve es un agente atmosférico, nada más.
Acostúmbrate a ver en la nieve, en la lluvia, en la niebla y en más cosas, sólo un hecho externo a ti, completamente externo, al que no puedes añadir nada. Por tanto pon en su justo lugar tu llanto que nace de hechos externos: en el corazón cálido de tu “casa” (alma) brilla siempre el sol y allí estoy Yo, tu Dios y Señor, y no te abandono.
¿Cómo podría abandonar algo creado por Mí y que es Yo Mismo?

48. [16/12/1998]

La muerte es lo que no conocéis todavía, y al pasar de esta a la otra orilla perdéis la conciencia de las experiencias y después esta conciencia la tenéis que recuperar de nuevo.
Por eso realiza tu mandato y no permitas que las cosas de la Tierra se interpongan y obstaculicen tu caminar hacia Dios. Sería como apagar una luz que todavía brilla en la oscuridad, o como apagar una vela que todavía luce en la noche. Cada luz humana es fruto de la Luz divina y, cuando por fin el hombre lo sabe, su luz brilla un poco más.

¡Si una bombilla supiese que está dando luz, si tuviera conciencia de ello, cuál no sería su alegría! Y mirándose a sí misma querría brillar aún más, emitir más luz a su alrededor.

La Luz de Dios brilla también cuando dormimos, en el mundo misterioso del sueño, donde nadie ha entrado y donde ocurren cosas absolutamente impensables para vosotros que no tenéis ni idea de lo que ocurre.
¿Quieres saber qué es lo que ocurre en el sueño? En el sueño ocurren muchas cosas y una es fundamental, la noche es para el sueño lo que la luz es para el alba. Es decir, la noche y el sueño suponen un cambio total en el comportamiento del cerebro, ya sea humano o no humano. Y lo que ocurre no será descubierto por medio de la ciencia que dará soluciones provisionales y fugaces.
El sueño es el sueño del alma, el periodo en el que alma busca el regreso a lo que existía en el principio lejano e inenarrable de la Creación, y a menudo no lo encuentra. Es decir, el sueño es para el alma lo que la regresión es para el psiquiatra y el psicoanalista que hacen retroceder al paciente a su pasado.
El sueño es el retroceso del alma que va en busca de su esencia, de sus más lejanos recuerdos, de su linfa vital, de su vida originaria. El sueño no es para el cuerpo, sino para el alma, ya que en el sueño el alma se encuentra a sí misma y se funde con su Espíritu.

49. [17/12/1998]

Las pruebas, como tú las llamas, están destinadas a robustecer tu psique, y con la psique robustecida podrás regresar a tu reino. Tu reino es tu sitio en el cielo, entendiendo por cielo un mundo diferente a éste.
Como si fueses una reina y tu pueblo esperase a que volvieras triunfante después de haber conseguido la victoria sobre ti misma y sobre tus circunstancias, para afrontar tareas más elevadas en el futuro.

No tengas miedo de nada ni de nadie. El miedo es algo que creas tú como lo crea cualquier ser humano, y no es un componente sano si quieres progresar hasta el Infinito.

En la infinita tensión hacia el Infinito, las “pruebas” son las etapas, las metas cada vez más arduas que debes superar y que superarás.
No pierdas tu tiempo con cosas y personas que no te dan ni agua ni vino (que son inútiles), ni con cosas que nunca darán fruto. Discierne y separa el bien del mal, y en la criba muchos granos de trigo caerán de tus manos como un fruto inútil para ti.

Tu objetivo eres tú misma: crecer cada vez más, hasta que conozcas hasta tu fibra más íntima, sin dejar nada en el inconsciente.
Una vez que haya sido desenfundado (sacado a la luz), el inconsciente ya no tendrá tanta fuerza y no podrá dominar la situación.
Cuando por fin el inconsciente sale a la luz es como una lombriz que sale de la tierra, y cegada por la luz pierde toda su fuerza y se muere.
Por eso no pienses en el pasado que está acumulado dentro de tu inconsciente y que ya no sabe a quién dominar; por eso véncelo tú, sácalo a la luz del día y enfréntate con él porque es un enemigo débil y astuto y trabaja en la sombra.

Si durmieses durante todo el día no tendrías problemas. Si durmieses toda la vida no habría eso que llamas “problemas”, pero los problemas existen y debes de echarles cara con ánimo abierto; escucha y observa y estate vigilante y atenta para no equivocarte, para no caer en engaños. Procura tener tu criterio sobre cada cosa, hecho o persona y no permitas que nadie interfiera nunca en lo que haces. Renuncia si acaso a algún grano de trigo, pero para ti elige el grano de mejor calidad.
Debes mirar de frente a la realidad, debes conocerla y actuar en consecuencia.

Ante la ignorancia de las cosas humanas el camino que debes de seguir es el camino más recto.
Lo rectilíneo de las cosas es lo que te debe guiar. De esta manera cada cosa encontrará su sitio y cada solución será la más adecuada para ti.

Una es la vía para el Regreso y único es el camino y, por muchas vueltas que tenga tu camino y por mucho dolor que haya sembrado en él, sigue siendo uno tu destino: el comienzo. Volver al comienzo, y desde allí volver una y otra vez y siempre al comienzo, como una rueda que nunca se detiene, que sólo gira sobre sí misma, desde el principio hasta el final.
Comienzo y final son dos palabras poco adecuadas, porque para vosotros no hay inicio ni final, existe sólo la plena conciencia que el ser tiene de la presencia de Dios en él, y no se puede decir cuándo cada uno de vosotros la adquirirá.

En la fase en la que vosotros os encontráis estáis en la oscuridad. No sabéis ni cuándo nacéis, ni cuándo morís. Nadie de entre vosotros tiene la conciencia de nacer, nadie de entre vosotros sabe cuándo va a acontecer su “muerte”.
Vivís en un mundo de tinieblas del que nadie os puede sacar, sólo os puede sacar vuestra propia conciencia de ser Dios en cada fibra y en cada instante de vuestras vidas.

50. [19/12/1998]

Es bonito pensar que sólo con la propia conciencia del ser podéis alcanzar un poco de luz dentro de vosotros, e iniciar de un modo consciente cada una de vuestras jornadas y cada una de las cosas que hacéis.

Nunca te separes de tu idea del Bien, el Bien es una idea absoluta, pero tiene múltiples facetas.
Tú haz el Bien y camina.

Toma tu carga y sígueme. Ves que el camino es llano y está lleno de luz, toma tu carga de las cosas vividas, esa es la carga y no la cruz. En tu talego prepara con cuidado todas las cosas que quieras llevarte para el Gran Viaje de la vida terrenal que después continúa en la vida ultra terrenal, fuera de la atmósfera de la Tierra.

Como si tú pudieses abrir el cofre que hay en tu corazón (igual que en cada corazón humano), y encerrases dentro de ti toda tu vida terrena, como si fuesen piedras luminosas.
Piensa en ello: cada episodio, cada situación, cada circunstancia, cada momento de tu vida es una piedra luminosa, la has vivido, es tuya, es tu construcción y tu contribución a la historia del Cosmos.
Cada vida, ya sea humana o no, contribuye a formar la historia del Cosmos: cada paso, cada pensamiento, cada suspiro, cada deseo, cada idea, cada ideal, cada estímulo es una red constante y luminosa de información que transmite, está en contacto, emite, comunica, recibe.
Esta red, este emitir constante, este latir continuo, tan vivo, todo es una relación de corriente energética.
Sois energía. ¿Qué quiere decir: sois energía? Quiere decir que sois calor, color, movimiento, átomos, moléculas, emanación, radiación, emisión.

Incluso cuando el alma abandona el cuerpo, la energía sigue y se transforma y no se acaba nunca. Piensa en el ciclo vital, piensa en el cuerpo que se convierte en diferentes formas. Por un momento tomáis la forma de un cuerpo en el que se reúnen miles y miles de células
¿De dónde vienen todas las células que componen un cuerpo humano? ¿Qué es un espermatozoide y un óvulo? ¿De dónde vienen todas las células humanas? Vienen del Cosmos como materia ya creada.

51. [20/12/1998]

Ya es tarde, una vez más, y lenta la luna desciende de su zenit nocturno envuelta todavía en las nieblas de la noche, antes de trasladarse al mundo de la luz donde el sol brilla, y todavía nadie ha visto su cara oculta.
La luna esconde muy pocos tesoros y en su movimiento todavía no ha tocado el zenit del Cosmos, como el sol o los muchos soles. Apagada, gira en el vacío y absorbe la luz del sol, pero es incapaz de dirigir su vuelo hacia otra meta que no sea seguir servilmente a la Tierra.

52. [21/12/1998]

No te limites solamente a lamentarte. Ocupa todos los lugares que tu alma pueda ocupar. Estás compuesta por miles de tejidos distintos y cada tejido es un poder que tienes para existir. Debes intentar comprender de qué tejidos estás hecha y ponerlos en uso. Piensa en todo lo que puedes hacer y hazlo. Debes de usar todas tus capacidades, y sólo tú debes de conocerlas, nadie te lo tiene que decir, y sobre todo, libera tu mente de la queja, y continúa impávida y segura, porque en el mundo terrenal tu propia conciencia te tiene que ayudar.
Nunca permitas que el desánimo penetre dentro de ti o debilite la fibra de que estás hecha.
Debes de construir tu felicidad construyéndote a ti misma, no permitas que el desánimo destruya una obra como es tu cuerpo, tu mente, tu alma, tu espíritu y tu esencia.
Si tuvieses en tus manos la Esencia, tu parte inicial, y la pudieses contemplar, no dudarías ni un segundo en velar por ella, en protegerla de cualquier dolor y tenerla como el tesoro más grande.

Tu verdadera casa es la Esencia. Es tu casa y es la cuna en la que has sido gestada, igual que toda criatura terrestre; gestada en la Esencia.

Cada ser humano vuelve a ver la luz, aquí o en otros planetas, una vez completado su ciclo vital, y vuelve a vivir miles y miles y miles y miles de vidas, hasta el Gran Regreso a Dios, con Dios y en Dios.

Estructurado como un gran edificio, el Cosmos espera que cada criatura llegue a su plenitud e ilumine todavía más cada una de las partes de la que el Cosmos está compuesto.

En la consecución de la perfección (así la llaman, pero no existe, es una palabra inventada por el hombre como aspiración a lo divino), muchas son las etapas recorridas y muchas las que le quedan todavía por recorrer, la meta sigue siendo lo Absoluto: otra palabra que tampoco muestra de modo adecuado la Esencia divina.

Dios os ama y no tiene otra finalidad que la de amar a cada una de Sus criaturas, hasta a la más pequeña.

Ya no tendrás que buscar refugio por más tiempo, porque Él es y será tu Refugio, Él, el Creador de todas las cosas creadas y no creadas, y en la conciencia de Su Presencia en ti encontrarás descanso, ayuda y consuelo.

Te queda una cosa por hacer: amar y amar y nada más.
Descansa en Dios, entrégate a Él y habrás encontrado el apoyo infinito que nunca te abandona.
Dios es Padre absoluto y fiel. Sí, fiel al hombre.

53. [22/12/1998]

No sabes cuántas veces Dios llama al corazón del hombre, y el hombre no responde.
Pasará mucho tiempo antes de que el hombre comprenda qué es lo que le espera en el otro mundo diferente a éste.
Llegará un tiempo en el que sabréis quién es vuestro Dios y tendréis conciencia presente del átomo como prueba inicial de Dios.

Tú sabes que el tiempo no cuenta y que por parte del hombre larga ha sido la espera de la nueva venida de Cristo, y ahora está a punto de llegar la hora de Su Gran Regreso en cada uno de vosotros.

El ser humano todavía no conoce su origen y anda a tientas en la oscuridad, pero pronto sabrá su historia y su origen, que es en verdad divina.
Igual que una gran película repetida muchas veces, la historia humana vuelve cíclicamente al comienzo y ahora estamos en el tiempo de una conclusión, una de tantas, infinitas conclusiones que han arrastrado consigo al hombre y a la Tierra.

Debéis de tener conciencia cósmica y no limitaros a la simple vida terrestre.

Arrastrados por el “mal”, materia que se manifiesta en mil formas diferentes, ahora tenéis necesidad de transcenderla y mirar lejos, donde todavía no han llegado ni la vista, ni el oído humanos, pero donde ha germinado la Vida desde el comienzo.
Ahora el hombre debe volver a la Luz con todo el Amor de Dios.

Ahora le toca a Dios Su triunfo con el hombre, Dios, a quien el hombre ha mantenido siempre apartado y a Quien no le ha declarado nunca como Dios de la humanidad.

54. [23/12/1998]

En el aparecer y desaparecer instantáneo de las cosas la vista se queda confusa y cada cosa parece nueva aunque ya repetida, y no deja rastro sobre la Tierra. Por eso el hombre comete siempre los mismos errores.

“Quien tenga oídos para oír, que oiga”.

55. [1/1/1999]

Nadie te ha dicho que te encierres en una torre de oro y que no permitas que entren ni el sol ni el polvo traído de los campos por un viento impetuoso que se levanta de improviso.
Si cada uno de vosotros viviera en esta terrible torre de oro, ¿qué sería del conocimiento?

56. [3/1/1999]

Nunca entregues tu corazón a las apariencias y ama profundamente a cada ser humano, quienquiera que sea y cualquiera que sea su fe.

Todo es comunión: para quitarte la sed el agua entra en contacto contigo; el sol te toca y te da calor; la lluvia impregna la tierra; el lago baña la orilla; la morera alimenta al gusano de la seda y todo es así.
Todo es comunión y el símbolo en la hostia consagrada es la Comunión del hombre con Dios: símbolo de una cosmogonía que va más allá del mensaje de Cristo.
Nada más debe de ser la vida, sino comunión con todo lo Creado.

57. [4/1/1999]

Una vez que habéis bajado a la Tierra, como hombres, mujeres, ancianos y niños halláis donde habitar, vivir y existir. Una vez hallado el sitio, empieza el camino. Ningún camino es más arduo que otro. Es el camino que habéis pedido y os ha sido dado desde el principio, antes de bajar, cuando la conciencia de la presencia de Dios en vosotros estaba en acto y debía de entrar en acción.
Nunca se permite que alguien no cumpla con su misión. Una misión no es algo solemne y majestuoso, sino simple realización de aquello que vosotros habéis elegido para ser cada vez más conscientes.
Por lo tanto recuerda que la misión consiste en cumplir con la tarea que tú misma has solicitado, y tienes que cumplirla hasta el final.

58. [6/1/1999]

Cuando las cosas se revisten de verdad aparece una nueva luz y de repente cada cosa parece una cosa distinta.

En la búsqueda de la realización del Ego, del Gran Ego, una es la Forma y múltiples son las apariencias. La Forma es Dios en vosotros y las apariencias son las múltiples cuerdas que vibran a cada soplo de aire, como un inmenso bosque de tubos de órgano que suenan con el viento, o como las cuerdas de mil violines que, tocados por una única mano maestra, vibran al infinito.
Cada cuerda que se mueve dentro de ti es una cuerda divina que Dios ha puesto en la naturaleza humana y una sola es su forma: el amor.

Cuando tú vibras con fuerza, Dios vibra con fuerza; cuando tú lloras, Dios llora.

El hombre y Dios son una sola cosa y una es su naturaleza: la Esencia.

59. [8/1/1999]

La unión es el primer escalón hacia el desarrollo, y con la unión llega lo Increíble. Lo Increíble, lo Indecible, la Verdad, Increíble para la mente humana que no conoce todavía sus infinitas posibilidades y sus infinitas realidades. Indecible, porque la Verdad no tiene necesidad de palabras.
Una cosa es la Palabra = Esencia, y otra cosa son las palabras dichas para llenar un vacío.

Cada cosa está dirigida hacia la realización de tu Yo interior, que es el despertar de la belleza de Dios en cada ser humano.

El amor es un punto de riesgo, si hablamos del amor humano, y la Luz es un punto de llegada.

Como un sol que nunca se pone, el Ser prosigue seguro su camino hacia la meta final que será alcanzada dentro de poco.

Es inútil el sacrificio y no vale la pena nada que no sea tu progreso hacia tu punto de llegada.

60. [9/1/1999]

La sustancia real del ser individual nunca se repite y a menudo alcanza cotas altísimas del Ser como Esencia. Depende de la introspección del Ser que se reconoce, se ve, se acepta plenamente y vive.

Cuando el Ser se encuentra a sí mismo todo lo “negativo” se aleja de él y el Ser triunfa de modo absoluto.
La introspección es la base del conocimiento propio, modelado en distintos niveles y no tiene una sola, sino miles y miles de formas.

Nunca olvides la relación con Dios en cada uno de tus actos: pesa cada palabra, registra cada suspiro, que tu corazón lata sobre cada una de tus acciones, es decir, mira si es buena, útil y bella. Cada una de tus acciones, modelada según el proceder de Cristo, debe tener al menos uno de esos tres requisitos.

Llena tu corazón de amor y todos recibirán una parte de este don que te ha sido dado, el don de amar.

61. [10/1/1999]

No te quedes en el dolor de la añoranza y de la nostalgia, porque no sirve como paso hacia adelante, sólo sirve como un momento de estancamiento y no hay tiempo para estancamientos.

62. [11/1/1999]

Cada cosa vuelve a Su seno como un ciclo infinito de vidas, como experiencias, pruebas, tanteos, fragmentos de Luz, Luz total, Luz absoluta. Y cada paso va dirigido hacia la Luz y vosotros os acercáis a la Luz como mariposas nocturnas.

Ten paciencia y busca el orden en todo. Después de la Belleza intenta ahora ver el Orden, que es Absoluto y Perfecto y Grande.

Cuando ves florecer las rosas sabes que la primavera ha llegado y que no queda nada del largo invierno penoso, y el aire perfumado y largos días de sol esperan al hombre que observa asombrado las cosas.
Así, cuando llega la Primavera, el alma mira asombrada a su Dios y Lo ve y Lo escucha y Lo siente y casi Lo toca y querría ser una sola cosa con Él.

El hombre no encuentra el camino de su Casa creada-creadora que siempre le acoge, bastaría simplemente que llamase a la puerta y viese la Luz en el umbral y tendiese la mano y cogiese la Mano que se le tiende y se dejase guiar y se diese cuenta de cuánto le aman allí.
¿Crees tú que el hombre podría perder un sólo minuto sin pensar en Dios, sin amarlo, sentirlo, adorarlo, serlo, vivirlo? ¿Cómo podría, una vez que Lo ha sentido, tocado, visto, desear otra cosa que no sea ser Él, estar en Él, con Él y para Él?
¿Cómo podría aunque fuese en una mínima parte pensar que Dios no es su Padre, el Hacedor de todas las cosas? ¿Cómo podría ignorarlo con que sólo viese una rendija de luz bajo la puerta del Cielo Sublime? ¿Una rendija de luz, sutil, casi invisible, de la Luz que lo inunda todo y deja ver lo Infinito Posible?
¿Cómo podría todavía esperar ser hombre sin Él? ¿Cómo podría, aunque fuese en una mínima parte creer que puede irse lejos de Él? ¿Cómo podría aunque fuese en una mínima parte emitir un sólo suspiro sin Él, sin Su suspiro, sin Su aliento, sin Su vida? ¿Cómo podría aunque fuese en una mínima parte tocar las cosas de aquí, de la Tierra, sin verlo en cada cosa, escondido y evidente, como ser Unificante-Pensante-Existente-Eterno-Único-Eterno Presente?
¿Cómo podría decidir algo sin Él? ¿Cómo podría dar un paso hacia la vida sin pensar en Él? ¿Cómo podría vivir sin Él? ¿Cómo podría bailar, sin bailar con Él la danza de los mil planetas celestes envueltos en polvo de oro, que son sustancia divina y orgullosos de ser Él en sustancia, apariencia, equilibrio, fuerza y belleza?

¿Cómo podrías caminar sin Él que guía todos tus pasos y te sostiene en cada momento a ti, que te adentras con paso inseguro dentro de la vida, si no Lo tuvieses tan dentro de ti, que eres Él? Dime, ¿cómo podrías vivir sin ser Él?
¿Cómo podrías cantar, soñar, pensar, amar sin Él? ¿No ves cómo te llama, cómo te habla, cómo te escucha, cómo adivina cada uno de tus pensamientos y previene cada uno de tus deseos? ¿No ves cómo se asoma alegre por la mañana cuando al despertarte abres los ojos y Lo ves? ¿Cómo podría Él no amarte, después de haberte creado tal y como eres, envuelta en mil velos de Luz, como Él envuelve a todo ser humano, hasta al que no Le ve a Él?
¿Cómo podrías amar así si Él no te amase, Él, tu sustancia divina llevada al extremo, a la más perfecta milésima parte del Yo, que reside en cada ser humano, en cada criatura, en cada ídolo que el hombre ha alzado par sentirse Dios, en cada arista que se mueve en el viento, hasta la más pequeña gota de sangre en la que Él ha puesto Su Simiente, Su Gloria y Su Victoria?

¿No ves qué inútil es todo rechazo cuando Él está allí, triunfante, cálido, bello, infinitamente bello y no se calla y busca, escarbando en los corazones, busca Su sitio y que todos Lo sepan, Lo vean, y lloren con Él lágrimas de la alegría más pura siendo conscientes de la Creación?
¿Tú no crees que Dios llora de alegría cuando ve la Creación y ve que Él la ha creado y la ha hecho en unión con el hombre? ¿No ves cómo se sonríe cuando el sol se asoma por la mañana? ¿No ves cómo os mira cuando el sol se pone por la tarde y se crea la Nueva Creación? Di, ¿no lo ves? ¿Lo sientes? Di, ¿Lo sientes?
No eres ni siquiera capaz de explicarlo, pero Él está allí.

Cuando el Señor te inunda y te habla y tú dejas de ser tú y toda cosa concreta pierde su importancia y te conviertes sólo en Él, entonces, también el sol se detiene y te escucha y la luna se asoma serena y curiosa a mirar a aquel Dios que revive y toma formas distintas y Es.
Dios te escucha y te ama, no lo olvides.

63. [12/1/1999]

Cuando, en el inescrutable e inevitable devenir de las cosas, la lámpara permanece encendida y sus rayos se derraman alrededor, y Uno es el Camino y Uno el Gran Retorno, todo se reviste de Luz y pocas son las cosas que la Luz todavía no alcanza.
La lámpara es Él en vuestro Gran Corazón y Su Luz es Él. Él es Lámpara y Luz, y así debe llegar a ser cada uno de vosotros, lámpara y luz para sí mismo y después para los demás.
Como compañeros de Luz caminaréis más adelante hacia otras metas que todavía no os es posible conocer por el inescrutable devenir del Tiempo-Espacio-acto-acción-vida-regreso.

Cuando cada uno de vosotros sea lámpara y luz no quedará más que el Gran Regreso hacia el comienzo. Pero aquí también vuelve a comenzar la ascensión espiritual, que nunca tiene fin. Y cada etapa es una larga serie de vidas y de planetas y de experiencias, cada vez más grandes.

Ir hacia la Luz no quiere decir sólo “morir”, quiere decir adentrarse en la Luz para comprender y ver lo que a los ojos humanos todavía no se les ha concedido ver.

Es necesario que en el pequeño Gran Corazón de los niños del mundo se encienda la Lámpara que da Luz eterna.

La liberación interior del hombre no preocupa a ningún gobierno, al contrario, pero llegará el comienzo de una Nueva Era para todos los países del mundo, cualquiera que sea su religión y, una vez que se hayan caído todos los obstáculos, serán la Luz y la Paz las que confortarán al hombre desde dentro.

El Amor de Dios es una sustancia real que llena de Luz será entregada al hombre como alimento. Todo en el Cosmos es verdadero y real, y la sustancia del Amor es un componente de Dios, igual que la Luz.

¿Qué es la vida de cada hombre sino un Gran Regreso a su Dios?

¿No ves cómo implora paz la humanidad que no sabe qué camino seguir? ¿No ves que ya no hay nada, aparte de Dios, que merezca ser vivido, sentido, amado, adorado, llevado hasta el extremo límite del Yo de cada ser humano?
¿No ves cómo cada día muere ahogado en la nada, un número ingente de seres que no han recibido la Luz, y cuyo camino largo y penoso será un retroceso para muchos? ¿No ves qué urgente es llegar a una conclusión divina?

Toma en consideración a veinte hombres de Estado, y a veinte banqueros, y a veinte directores de multinacionales, y a veinte médicos famosos, y a veinte reyes, ¿cuántos, di cuántos piensas tú que tienen, aúnque sea en un grado mínimo, una idea de Dios dentro de sí mismos? Di, ¿cuántos? ¿Uno entre cien? ¿Uno entre doscientos? ¿Uno entre mil? ¿Uno entre un millón? No, ni siquiera uno entre diez millones.

64. [13/1/1999]

Cuando en una puesta de sol, se consigue ver la creación de la Tierra y del Cosmos, y el alma balbucea ante tanta belleza, significa que el alma está preparada y puede recibir la Gran Consagración.

65. [14/1/1999]

LA VOZ DE LA NATURALEZA


La voz de la naturaleza
Yo he dado la voz a las hojas, al igual que a las cuerdas vocales cuando el aire pasa entre las ramas. Yo he dado una voz a todo lo que existe.
Todo emite un sonido: cuando una roca se despeña y va rodando hacia el valle, el agua, los pájaros. Todo es Sonido y Sustancia.
¿Cuántos son los sonidos? ¿Mil? ¿Dosmil? ¿Más de dosmil? ¿Infinitos? Infinitos. Cada cosa, cada animal, cada ser tiene su sonido propio: Mi Sonido fragmentado en mil sonidos. Esto es lo que Yo soy. El zumbido de las moscas, de las abejas, las hojas del tilo, cada hoja suena de manera distinta.
¿Y el perfume? ¿Cuántos son los olores y los perfumes? ¿Mil? ¿Dosmil? ¿Infinitos? Infinitos.
¿Cuántos son los timbres de la voz? Infinitos.
¿Y los colores? Infinitos. Difuminados, más vivos, pálidos, claros, más oscuros.
Los sonidos, los colores, las formas; hombre, escucha los sonidos y mira los colores y las formas y veeme a Mí en todas las cosas.
Mirad y ved. Oid y escuchad y sed Yo en cada instante de vuestra vida terrenal y así seremos Uno de manera consciente como ya somos uno de manera inmanente.

Cada ser humano-divino tiene a su Cristo dentro de él que le habla y le dice, y Su Voz suena dentro de él y es la Anunciación.
¿Por qué no escucháis vuestra Anunciación? Yo os hablo en el corazón de la noche, al alba y a la puesta del sol Yo os hablo, Me anuncio
Pinta una Anunciación que sea sólo tuya.
La Anunciación de Dios al hombre: no a una sola mujer, sino infinitas, a cada ser humano-divino.

14. [21/09/1998]

Cuando Dios habla en ti, callan todas las cosas y todas las voces son como un recuerdo lejano.

15. [22/09/1998]

Yo existo dentro y fuera de vosotros, os veo desde dentro y desde fuera, os veo correr y corro con vosotros. Así como el corazón del ciervo corre con el ciervo, así Yo soy dentro de vosotros y vosotros dentro de Mí.

16. [25/09/1998]

¿Cómo se puede ser el Ser? Escuchando. ¿Escuchando qué? Escuchando todo: el viento, el canto de los pájaros, el murmullo del agua, el grito de un niño: escuchar, porque todo es Dios.

17. [29/09/1998]

La segunda venida de Cristo es la armonía en vosotros, con vosotros, por vosotros.

18. [3/10/1998]

No es fácil decir a Sus criaturas quién es Dios, como no es fácil transmitir la inenarrable Esencia de todas las cosas.
La Esencia hay que comprenderla y vivirla, no se puede transmitir porque es la pura Existencia, como cuando no se puede transmitir un color porque cada ojo lo ve de una manera distinta.

No te preocupes de lo que hacen o no hacen, sienten o no sienten los demás hermanos de la Tierra, tú eres tú, integralmente tú y si cada uno es sólo e integralmente sí mismo en Dios, con Dios y por Dios, es un ser completo y absoluto.
No mires lo que hacen los demás, sé tú misma y no preguntes. La mayoría de las cosas humanas no tienen valor porque no han nacido del amor. El Amor es omnipresente y omniausente, porque omnidesconocido para la mayoría de vosotros que no levantáis la mirada de la Tierra y camináis sin mirar las estrellas.
Las estrellas son vuestros guías como faros en vuestras noches y vosotros no lo sabéis.
Las estrellas tienen formas armoniosas y todas tienen un significado más profundo que el nombre de las constelaciones.

Ser estrella y luego constelación y luego galaxia, es el gran camino del hombre: cada vez más lejos, cada vez más cerca, cada vez más sí mismo, cada vez más Yo Mismo, cada vez un grado más alto de amor.

Imagina un mundo diferente a éste, donde todo es oro y luz, y cada hombre, sin cuerpo y sin materia, completa su luz con la luz de los otros y su existencia es un intercambio de luz, y sus palabras son un efluvio de luz y su mente es una central de luz y su existencia es un único, interminable rayo de luz, como un largo atardecer, como el reflejo de la luna en el mar, como si el sol diera su calor a otro sol y a otro y a otro y todos “viven” a un “nivel más alto” y sol es Jesús Cristo y aquel que camina en la Palabra de Dios, también es sol.

19. [5/10/1998]

Me gustaría que aprendieseis a tener otra idea del tiempo para hacerlo “comestible”. Comed el tiempo, manipulad el tiempo en vuestras manos (en el buen sentido de la palabra), como miga de pan, como la cera virgen recién salida del panal, como la tierra mojada, como la creda, como la masa del pan recién hecha.
Esto es el tiempo, vuestro tiempo, y vosotros estáis sometidos a él como si estuvierais bajo la inmensa campana de una chimenea oscura y cubierta de hollín que no os deja ver y no os deja respirar.

Sé arado de Dios en cada una de las cosas que haces; sé arado y manos de Dios en los campos aquí en la Tierra, y el arado labrará a fondo la tierra y de sus surcos profundos y oscuros saldrá una nueva mies para la Tierra, y será una mies, fecunda de espigas altísimas que casi tocan el cielo y se mueven al Viento, a Mí Viento.
Yo seré el Arado y tú Mis manos.

Cuando llega el día del Adiós, cada ser humano deja su cuerpo y emprende un nuevo camino que le lleva hacia Mí. En el camino encuentra a quien le tiende la mano de mil maneras distintas y le tienta de mil formas.
Distraído por miles de colores y de formas y de olores, el hombre que ha muerto busca la vía y no siempre la encuentra. El camino es uno sólo, pero infinitas son las apariencias y las formas que el camino puede tener, pero UNO y uno sólo es el camino para quien ha amado a Dios sobre todas las cosas, porque después todo es sólo Luz.
El camino es uno sólo pero muchas almas no tienen el valor de ir hacia la Luz, porque no se consideran dignas y llegan a una de las infinitas orillas que forman el mundo de la Nada, donde no hay materia y todo es más incorpóreo, y no siempre tienen el valor de alejarse de allí y emprender otro camino, y se quedan allí durante siglos de tiempo humano, y vuelven a la Tierra con tal de no hacer el gran paso para ir donde Yo estoy y donde se concluye el ciclo (cuando llegáis donde Yo estoy).
Otros se detienen en “tierras” que no les corresponden, y cuando uno de los seres de Luz va a su encuentro, aceptan su ayuda y su ofrecimiento a cambiar y van hacia la Luz. Otros no, no aceptan su ayuda, se sienten indignos o rebeldes u obstinados y no quieren ver la Luz y van donde hay luz, pero que no se ve y se quedan en la “oscuridad” aparente que su mente crea junto con la mente de otros como ellos, y acurrucados sobre sí mismos no escuchan y no quieren cambiar de lugar.
Vuestra libertad de elección rige también después de la “muerte” y en vuestra elección vuestra libertad es absoluta, como aquí en la Tierra hay quien quiere vivir a la orilla del mar, o de un lago o en la montaña.
Exactamente de esta forma, por afinidad de vibraciones, las almas se agrupan y escogen compañeros, “pueblo”, trabajo, amigos y familia. Hay quien no forma una familia y hay quien tiene más de una; hay quien vive solo y pasa su tiempo pensando; hay quien pinta; quien toca un instrumento; quien baila; quien canta; quien ve la televisión, existe también la televisión; hay quien tiene una tienda y vende.
Es como en la Tierra, sólo que la materia es distinta, es igual a la de la Tierra, pero no tiene peso. Las formas y los colores son los mismos pero no tienen peso.
Perros y animales habitan esos países y la vida es como en la Tierra, pero sin peso.
Muchos y diversos son los países en los cuales el alma puede ir a vivir, pero el Gran Mundo de Dios donde el Omnipotente vive es UNO, UNO sólo.
Escalón tras escalón, mundo tras mundo, el hombre sube las escaleras de sus vidas y cada vida es un momento, no en el sentido de tiempo, que allí no cuenta, sino que es un momento en el Todo.
En lo Inmenso sois como el pulvísculo atmosférico en movimiento.

20. [7/10/1998]

“Tumba” es solamente aquel que no responde a la llamada de Dios.

¿Qué es la “magia” del amor? Es lo que Yo hago con vosotros: Yo os doy y vosotros transformáis y no hay nada más bello. Toma en tus manos un puñado de arcilla y dale una forma, una cualquiera: cualquier cosa que tú hagas es Creación.
Aprended a mirar con mucho respeto cada cosa, cada idea, a cada nombre. Hay que respetar, proteger, amar y cuidar todo aquí en la Tierra, y aunque todo se pierda, todo sigue más allá de la Tierra, más allá del horizonte, más allá, simplemente más allá.
En la Creación nada es igual a nada, sólo Yo a Mí Mismo y vosotros a Mí, pero Yo amo las formas, los colores, los olores y los sonidos, que son infinitos; amo el alba y el atardecer, porque son infinitos.

21. [8/10/1998]

Todo es Dios, todo respira vibra y palpita: escucha el vibrar de las flores, el respirar de las plantas; escucha en el silencio el latir del corazón de la luna, el latir del corazón del sol, de las estrellas, de los planetas, de la Tierra y del Universo. Escucha el latido del Corazón del Gran Universo Único, es casi un estruendo, es infinito y verdadero y real.

Tus ojos se abrirán sobre el Mundo más allá de la Tierra y del Cielo, y abrirás tus manos y serán como planetas habitados; abrirás tus manos y serán como espigas doradas; abrirás tus manos y serán como copos de nieve; abrirás tus manos y serán como el rocío; abrirás tus manos y serán Verdades como mundos y como seres vivos y el Rostro de Dios te aparecerá entre las nubes.

“Dios mío enséñanos a ver, enséñanos a verte, enséñanos a verte en todas las cosas creadas; enséñanos a ser Tú”. Esta es nuestra oración.

22. [9/10/1998]

El Amor es una Semilla, una Semilla que hay que sembrar para luego recolectar vida en todos los seres humanos.

23. [12/10/1998]

No enumeres nunca a las personas y las cosas que no tienes en este momento, vive y enumera sólo lo que tienes, que es el Todo.

El Gran Arquitecto Autor de todas las cosas os ha creado a Su imagen y semejanza. ¿Qué quiere decir? Quiere decir que el AMOR os ha dado la capacidad de amar y en el Amor os ha creado iguales a Él: para amar y ser amados.
Estas palabras las ha dicho Jesús.

24. [17/10/1998]

Es fácil olvidar las ofensas, pero no siempre es fácil defendernos de nosotros mismos ante las ofensas. Somos un enorme cúmulo de sensaciones, de emociones, de sentimientos a veces opuestos, de aspiraciones, recuerdos, deseos, nostalgias, ideas e ideales y esta enorme mezcla no es fácil de encauzar en un único camino, pero este Camino existe y soy Yo.

25. [25/10/1998]

En el aprisco duermen seguras las ovejas y no las moja el agua fría de la lluvia porque el pastor ha construido un tejado sólido por dentro y por fuera, del mismo modo cada alma-ser humano que cree en la Palabra, es como una oveja dentro del aprisco y Yo le protejo del Frío, del Gran Frío.

26. [27/10/1998]

Aprende a ver en cada persona a una persona especial, porque especial es cada ser humano.

27. [2/11/1998]

Cuando la Verdad se asoma risueña a la mente del hombre, las cosas terrenales son como hojas secas de otoño que tienen su belleza, pero no sirven más que para dar belleza y abonar un poco la tierra.

28. [6/11/1998]

Hielo son algunas personas en las cuales todavía no brilla la Llama que lo derrita y lo transforme.

Del mismo modo que una llamita, por pequeña que sea, puede llegar a quemar un bosque o una ciudad, la pequeña llama que hay en cada ser humano puede arder y quemar en sí misma, por sí misma y consigo misma, a miles y miles de seres humanos, y de llama en llama llegar a ser la Gran Llama Creadora que da la vida.

29. [25/11/1998]

No tienes otra cosa que hacer más que avanzar sin detenerte. No tengas nunca miedo. No temas. Estás en Mis manos y Yo nunca dejaría que se perdiera una criatura Mía.
Todo está en Mis manos, está, en el sentido no solo de estar, de estar dentro, sino de vivir en Mis manos.

Las almas están sólo de paso en la Tierra.

Cada uno de vosotros tiene su parte astral que se mueve independientemente del cuerpo y decide y vigila y observa y pide y quiere y exige y aprende.

Vuestra misión es ser el Ser.

No tergiverses las Palabras de Dios y deja que la energía fluya en tus venas y sea tu vida.

30. [26/11/1998]

Cada hombre debe ser Luz total, no sólo un reguero de Luz, que de poco sirve en la Tierra Celeste, lugar donde van los seres humanos después de su “muerte”.
De nada sirve un reguero de Luz, allí es necesario ser Luz total.
El camino es largo y tortuoso, pero existe, y en la materia invisible que os rodea, hay miles de millares de puertas y de caminos que con el cuerpo abrís y recorréis realmente y por decisión vuestra.
Miles de millares de puertas y de caminos recorréis sin saberlo con una parte de vosotros, y aquel camino es la Vía de la cual hablaba Jesús Nazareno.

Las puertas son puertas reales y las verás abrirse delante de ti no para la “muerte”, sino para la Vida. La Vida.

Cada ser humano tiene su puerta y solo él puede abrirla y es el Camino del Regreso a Mí, el Gran Regreso.

31. [27/11/98]

Un enorme espacio circular se abre alrededor, libre y despejado. Se dilata en círculo, con un movimiento real: es una gran circunferencia y la Luz lo invade y el espacio contenido en la circunferencia se dilata y se ensancha más y más y más.
Lejos, realmente muy lejos, está el Gran Espacio donde habita Dios Todopoderoso.

Destino del hombre: la Luz. Retorno a la Luz. Su Luz inicial: generado con y por la Luz, eterno desde el principio, ha perdido el camino en el bosque de su inconsciente oscuro, y no tiene fe en el Dios que está dentro de él.
¿Cuánto tiempo deberá pasar todavía en la nada (el estado actual del hombre)? Muy poco. Depende de cada uno de vosotros que sois coautores del Gran Regreso a Dios.
Por el Gran Retorno humano a Dios, el aire del Cosmos se hará más fresco y el Cosmos se expandirá.

32. [28/11/1998]

Cada vida, incluso la más “miserable”, está programada, y todo forma parte de un plan divino. Libertad es la que tenéis de elegir casa y planeta y genética humana. No elegís a los padres, sino a aquel patrimonio genético que por desarrollo y evolución más os interesa heredar en la Tierra.
No dudes jamás de que cualquier cosa que hagas, cualquier persona que conozcas, cualquier programa que emprendas, todo, todo, todo, ha sido ya organizado antes, allí arriba, entre las estrellas y nada, nada, nada ha sido dejado a la improvisación. Todo ha sido ya programado desde hace tiempo: es inútil cualquier tipo de lucha contra aquello que vosotros mismos habéis programado y elegido.

33. [29/11/1998]

En la Tierra el alma es prisionera del cuerpo, prisionera porque si tuviera plena conciencia de la Presencia de Dios en ella, tendría la libertad de expandirse y de ser. Así como están las cosas, muchos son los límites y te tienes que atener a ellos.
El alma se expande solo en el vórtice de la Gran Verdad, y la Gran Verdad es Una y no está fragmentada. Esto no quiere decir que en cada uno de vosotros no hay conciencia de una parte de la Verdad, en unos más y en otros menos, pero la conciencia real y absoluta es fruto sólo de una gran sabiduría: saber que Dios está realmente dentro de vosotros, y que nadie Lo puede mover de ahí y esa conciencia de Su Presencia es eterna, y es la que os lleváis allí arriba.
Allí arriba, quiere decir el lugar donde la materia no pesa y las vibraciones del alma son más elevadas y frecuentes.

Es deber ineludible de toda alma constituida (completa), completar en su proceso a otras almas en formación.

¿Cuándo está constituida o sea, es completa un alma? Cuando cada una de las partes que la componen es filtro y esencia. Filtro, porque deja pasar las cosas según sirvan o no sirvan; esencia porque existe. Simplemente existe.
Cuando ves que el sol se levanta allí en el horizonte, y se ilumina toda la casa y cada cosa adquiere su rostro real y nada parece confuso, entonces tú sabes que ha llegado el momento de actuar. Actuar quiere decir ser Luz en cada instante, no solo con los demás, sino incluso más con uno mismo.
Ser Luz con uno mismo quiere decir llenarse de Luz, y llenarse de Luz quiere decir callar y escuchar. Escuchar hasta la más pequeña brizna de Luz, escuchar aquella rama de mimosa y la yedra en el fondo del jardín y creer. Creer en un único Dios, Autor de todas las cosas, incluso a través de vosotros que sois sus coautores.

La necesidad de estar con los demás es sana y provechosa, ya que el hombre no puede estar sólo aquí en la Tierra, y es absurdo negarlo y afirmar lo contrario.
La Tierra es una escuela real de vida y hombres y mujeres son compañeros, y ya no son solamente individuos, sino bloques de varias almas en una. Es decir que, para su experiencia directa, es un alma fraccionada en muchas múltiples formas, llamadas cuerpos.

La humanidad es como una peonza que da vueltas de manera inconsciente, sin saber que su gran destino es salirse de la órbita de la Tierra e ir al Cosmos.
Una peonza sin conciencia es cada uno de vosotros cuando no tiene conciencia de la presencia de Dios en él, y da vueltas y vueltas sobre sí mismo en un espacio angosto y reducido, y pierde de vista las cosas más bonitas y más verdaderas, ¿en busca de qué? En busca de sí mismo.

A veces os puede parecer severo el destino del hombre, pero no es así, sólo en las duras pruebas, que son el examen de la vida, la naturaleza humana descubre en sí misma la naturaleza divina, y entonces todas las cosas cambian de forma y de color y ya nada es como antes y, haciéndose eco de otras almas, las almas responden.

34. [30/11/1998]

Célula
Célula en la célula
Célula dentro de la célula
Embrión dentro de la célula
Evolución de la célula
Línea ininterrumpida de la célula
Esto es el universo que se contrae, se encoge,
se amplía, se estira, se alarga,
según qué grado de conciencia tenga el Cosmos
de la presencia de Dios en él.

La forma no es sólo una, sino muchas.


¿Cómo podéis pretender comprender lo infinito del Cosmos, si no conocéis ni aceptáis la idea de lo infinito en vosotros mismos? ¿Cómo es posible que imaginéis tener ni la más mínima certeza sobre el Cosmos, si no veis el Cosmos que está en vosotros y en los demás?
¿No os parece ridícula una hormiga que se pusiera a hablar de astrofísica, apuntando con el dedo hacia la bóveda estrellada y sin saber ni siquiera dónde se encuentra su hormiguero?
Así, en el inmenso Cosmos, la inmensa pequeñez del hombre apunta con el dedo índice hacia la bóveda estrellada y emite fórmulas y ecuaciones como un robot cargado a mano.

Todo escapa aún a la comprensión del hombre y pocos intuyen formas y colores y nadie comprende la Esencia del Cosmos, que es Dios en cada una de sus partes.

En el movimiento del pulvísculo atmosférico, en la pared de loto de una estrella, en el gusano que se mueve en la tierra, en el olor de las flores, en el silbar del viento entre las hojas: todo es voz y color y presencia de Dios y no hay nada, nada, nada sin Su Presencia.

35. [1/12/1998]

Deja que crezca dentro de ti la certeza del Yo divino que fabrica todas las cosas inherentes a la mente, al espíritu, al alma, al cielo, a la Tierra, a los planetas, al bien, al mal, mal en el sentido de desconocimiento y ausencia de la conciencia de la presencia de Dios en las cosas creadas y en vuestras almas.

Protege a tu Ego divino de cualquier soplo de viento helado que infunda miedo y horror. Protege a tu alma que, única y sola (en su individualidad), debe de subir cada uno de los miles y miles de peldaños hacia el Bien.

Cada momento vivido debe ser vivido en Él, con Él y para Él, y así cada hombre se encontrará a sí mismo.
Cada hombre debe encontrarse a sí mismo en la complejidad del Cosmos y de sus microcosmos. Sin búsqueda es inútil la subida que nunca es gratuita, en el sentido de que no es un regalo. Nada nos es regalado, en el sentido que a nadie se le da ninguna cosa sin su esfuerzo y fatiga porque, ante la inmensidad de la obra, el esfuerzo y la fatiga son partes integrantes del Ser.

Íntegra el alma vuelve (por así decirlo) al Creador. El alma no vuelve, el alma toma conciencia, que es algo completamente distinto.
La conciencia de la Presencia de Dios os permite descubrir la Esencia en vosotros y alrededor de vosotros. No tenéis necesidad de nada más. Solamente de saber qué es y dónde está la Esencia.

De generación en generación se ha estado esperando tu reconocimiento de Dios como Padre, y ahora ha concluido tu ciclo de pruebas.
El alma al fin se ha rendido ante la Gran Evidencia y es, simplemente es consciente de la Presencia de Dios en ella.
Desde ahora en adelante todo será diferente. Otra vida. Otro existir. Otro vivir. ¿Comenzar de nuevo? No, una continuidad del ser en cada una de sus formas. Ser con el Ser. Esto es la Esencia: Ser con el Ser y nada podrá cambiarlo.

Ser con el Ser.

36. [3/12/1998]

Al alma que es consciente de la Presencia de Dios en ella, le es dado comprender su Filiación Divina.

37. [5/12/1998]